miércoles, 10 de abril de 2024

La voz transparente.

 


La voz transparente 

y el latido seco.

La mirada perdida

y los sueños rotos.

El alma desvanecida

pero la memoria intacta.


Como una estatua de sal

su figura son cristales

que los atraviesa la luz

pero también los llenan la oscuridad.


Mil caricias no podrían jamás

despertarte de tu letargo

de ese extraño invierno

del que cada día renaces.


Tan solo una lagrima cada tanto

rompe la quietud de tu rostro

se arrastra por el suelo

hasta llegar a salar 

el agua de los mares.

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