No va a quedar silencio detrás
no habrán dudas que cuestionar
ni se necesitará explicar con palabras
todo lo que queda, lo que nadie espera
y sin embargo viene
cómo cuando viene un tren
se sienten vibrar las vías.
Cosas que solo saben
los que esperan trenes
con el cuello sobre los rieles.
Siempre entre los locos como otro loco
y entre judas otro judas que se las juega
por vivir tan suelto a su antojo
antes que sucumbir al oscuro deseo
de la realidad que nos reprime
ese monstruo que nos arrastra y comprime
todo eso que en el fondo te deprime.
A mi me arde entre la carne y la piel
no me gusta el sabor de la miel
todo me parece un cliché
parece que estuviéramos en el dos mil veintitrés.
Apenas es de día y el aire quema
el desierto pronuncia susurros
los metales viejos crujen
las cruces arden.
La piedad está disfrazada
de niño, de ángel, de hombre
pero vestida de hambre deambula
cómo otro cordero entre los corderos.
No me sorprende ya que nunca hicimos
nada bien.
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