miércoles, 4 de enero de 2012






En aquel entonces la libertad tenia el mismo sabor que paladeaba cuando el viento me hacia ondular el pelo a orillas del mar, el cielo era tan azul que jamás he vuelto a ver un cielo así.
Yo intentaba al igual que ahora no perderme entre palabras, amaba lo espontáneo, admiraba lo efímero y eso era lo que mas me obsesionaba. Tenia plena conciencia de que cada segundo, cada minuto, cada instante que archivaba en mi memoria nunca regresaría.
Desde aquel momento le tengo mucho respeto a la palabra nunca así como también le temo a la palabra siempre y evito a todo costo hacer promesas. Una noche entrando en el bar de siempre vi sentada sola a un lado de la ventana a una hermosa joven, me llamo la atención su pelo teñido de mechones de distintos colores.
Me senté en la barra y no podía evitar mirarla, era un día entre semana y no había nadie mas en el bar. Disimular nunca fue una virtud que tuviese así que al poco rato decidí abordarla y sucedió, en cuestión de minutos hablábamos como si nos conociéramos de toda la vida. Sus labios eran quizás la perdición de cualquier hombre, a mi siempre (y he dicho siempre) me atrajeron los abismos y este era por demás atractivo.
Yo apenas era mayor de edad y ella ni siquiera debería estar en un bar. Resulto que viajábamos siempre en el mismo ómnibus para ir a estudiar, yo ni por asomo me había percatado de esto. Su nombre era…bueno su nombre era. Y a orillas del mar hicimos el amor por primera vez, nos entendíamos solo con mirarnos, nos sentíamos tan solo con una caricia.
Aquello duró unos seis meses hasta que ella se fue a vivir a otra ciudad y a los pocos meses también hice lo mismo. Nos prometimos volver a encontrarnos algún día en aquel lugar. El tiempo paso, los años pasaron, inviernos que dejaron huellas muy ondas, primaveras que trajeron otros besos y otras despedidas y otras heridas en cierta forma parecidas a ella.
Cuatro años después logre volver a aquel cielo azul, toda mi idea era encontrarla. Pase días y semanas hasta que se transformaron en meses yendo siempre al mismo lugar a esperarla. A veces a lo lejos lograba divisar una figura que se acercaba pero al acortarse la distancia el resultado era decepcionante.
Con el tiempo me di por vencido y olvide aquella promesa. Habían pasado demasiadas estaciones y estaba realmente ocupado en quehaceres y obligaciones. Me levantaba temprano por la mañana y tomaba aquel mismo ómnibus que solíamos tomar, jamás la busque entre los rostros de los viajantes.
Un día, caminando por la calle Rincón me sentí atraído hacia alguien que se acercaba caminando en sentido contrario directamente hacia mi. Por un momento lo dude, pero esos labios…era ella, hermosa, resplandeciente como siempre. Ataviada con ropa formal (quien lo diría) su cabello en color natural castaño claro caminaba apurada hablando por celular y me miró.
Por un instante me miró como dudando si sus ojos le decían lo que su corazón no podía negar. Se acercaba y yo parecía estar pisando en el aire, fue entonces cuando me observe, tan igual a como ella me había conocido, conservaba el pelo largo, vistiendo de negro con actitud de rebelde y sin nada que perder. Y me di cuenta, ella ya no era la misma, había sido consecuente con el pasar del tiempo y la vida mientras yo tan solo me obsesionaba con vivir un instante que ya había muerto y paso, paso a mi lado.
Puse la mirada perdida en el horizonte y sentí como su mirada me recorría reconociéndome y yo tan solo sentí que la desconocía; como a todas las cosas que el tiempo se lleva.
No se puede detener toda la vida en un instante, no se puede jugar con el tiempo a favor, tardé demasiado en entenderlo. Jamás la volví a ver.

sábado, 31 de diciembre de 2011


A este año me lo llevo con canas
y con mas ganas que nunca.
Le deseo que se muera despacio
y que no se le ocurra volver.

Al que viene lo espero
con una patada en los dientes
y una piña en el vientre.
“El que pega primero pega dos veces…”

viernes, 30 de diciembre de 2011

Ya no hay bares







Ya no hay bares en la esquina del pecado
ni acierto cuando creo que estoy equivocado.
Hay un sonido como un latido o un silencio
ensordecedor que muele los mañanas
mastica algunas noches y nos escupe
antes de irse a dormir.

Yo pienso que las ecuaciones del futuro
no obedecen a constantes relativas
y que las relaciones tibias son las primeras
en echar fuego por la boca
que hay corazones que son como rocas
y rocas que no las corroe ni el mar.

Ya no hay domingos con resaca
tambaleando por el supermercado
ni toda aquella euforia que nada detiene
no me entretiene el color azul de los ojos con fobia
ni aquella aurora boreal que tanto te estremece.

Pienso que mas gana el que no decrece
y que la calma es solo un ideal
en la cabeza de dos niños hijos únicos
que ni siquiera conocen a papa y mama.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Duerme bien.





Duerme bien
sueña con los angelitos
y diles que no me olviden
que yo aún, por momentos
también sueño...

Descansa querida
mañana puede ser peor
yo aun no tengo sueño
te observare mientras duermes.

Duerme bien
no seas como yo
que solo tengo pesadillas
de rostros que me observan
y manos que rezan por mi.

Descansa querida
ya no estaré de día
pero cuando comience a caer el sol
volveré, lo prometo
para ver que estés bien...

martes, 27 de diciembre de 2011




Hay una canción suicida

que en este momento no late

que al fin logro su cometido

poema de flor que se secó

entre lo rojo y lo siniestro.


Espejo que no tiene nada que mostrar

porque esta partido en millones de olvidos.

Hay algo que tenias que adivinar

no soy esclavo ni de lo que me duele.


Digamos que no todo es como se sueña

y que el mañana a algunos los desespera.

Mientras otros se juegan cartas sucias

sobre el paño corroído de la indiferencia.


Mira que no puedes escapar a los abrazos

que te atacan cuando cierras los ojos

y crees ahora si hundirte en la cama

cuando justo se te eriza la piel.


jueves, 22 de diciembre de 2011



¿Donde están las almas que se estremecen

en el afán sombrío en que se mesen

las angustias del pasado y los días grises que pasan?

¿Donde estarán

si es que van a alguna parte

los secretos que susurre a tu oído

las palabras que nunca olvidaste

aquellas que nos hicieron lo que ahora somos?

¿Como habrá sido

que nos deje transformarnos en esto?

¿Como habrá sido

que me permitiste hacerlo?

Si un momento

si tan solo un momento

hubiese podido volver a pensarlo

quizás este frío mañana

no seria mas que un mal sueño.


¿Donde estarán las almas que se dispersan

en quimeras de amores que ya no arden

siendo que fueron fuegos tan grandes

que hasta a los gigantes asustaron?

Esos latidos que sacuden el suelo

pero que en la ciudad nadie los nota.


Si es que aún queda algo

ahora solo es del viento la ceniza

del castillo que construimos

para ocultarnos de nosotros mismos

para dejar de ser esos que no se reconocen

en la mirada del otro que te observa

ya no tenemos ni que preguntarnos

donde estarán sino mejor

donde habrán ido y como dejamos

que sucediera, lo que el viento se llevó.

viernes, 16 de diciembre de 2011




Nena no mires hacia el fondo

hacia el fondo que no hay lugar

vengo esquivando miradas sutiles

rastreando las pisadas para no trastabillar

en este mundo de sucias carcajadas

de momentos de gloriosa estupidez.


Ahora hay flores en la tumba del olvido

hay cruces que te dicen: Mira que no das mas…


La razón no busca mas riesgos que la memoria

y el mañana no dice que si porque si.

El dolor se acaba cuando median las distancias

hay fragancias que no son un souvenir.


Me engaño el oído mientras vos te disparabas

se te hizo flecos todo el galpón.

Parecía por momentos divertido el teatro

del amor sangriento corriendo por la pared.

Y yo que preparaba balas contra hombres lobo

nunca supe hasta ahí el valor de la plata.


Ahora no llores si te dicen buena suerte

ni te hagas cruces con los gatos negros.

No busques fama que no existe la fortuna

solo una oportuna apariencia de felicidad

comprada en la mas cara farmacia

hecha con el mas caro licor.

Bien dijo el doctor que no te apoyes

en la mampara de la des ubicación

que hay una fila, una fila tan larga

que nunca se ve el final feliz que te contó.


Te dije nena no mires al fondo y de golpe

ese cogote parecía un Big Bang

ensuciando las malditas paredes

con quejidos de huesos que parten

hasta la tierra por hacerse notar.



Tan imbécil yo.

  Hay quienes dicen que en la noche se esconden cosas tenebrosas como latidos, amantes sombras de los que supimos ser despojos de los que so...