En ese jardín donde todo es escombros
permanecen intactas las blancas Calas.
Rodean los destrozos de una guerra
que se agita ante la vida cada mañana.
¿Que pueden saber ellas de las manos
que cultivaron su blanca pureza?
Quizás nada o quizás
sepan que son las guardianas de tu recuerdo,
ese pequeño fragmento de nosotros.
La vida es algo que todos
dejaremos alguna vez
y las blancas Calas con su aroma
como un puente nos conectan
donde estés.
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