Hay quienes dicen que en la noche
se esconden cosas tenebrosas
como latidos, amantes
sombras de los que supimos ser
despojos de los que somos
y reflejos pálidos de los que seremos.
Por momentos esto parece devastar
a pobres almas que lloran en soledad,
creo mas bien en la posibilidad
de la reivindicación.
Sueño que hay un sol escondido
tras las nubes de estos nuevos tiempos
delirios momentáneos de tranquilidad
suavidad al hablar y al tocar.
Prefiero ante todo el silencio o el canto
de la dulce voz de una mujer desnuda
siempre al despertar abriendo las ventanas
a un nuevo día de paz y calor.
Presiento que vienes a mi, resplandesco
caigo, me levanto, maldigo la desilusión.
En Abril suelo recordarte siempre lejana
tan lejana como solías ser, tan imbecil
pero lista a enamorarme, tan imbecil yo.