sábado, 25 de junio de 2011

Entonces.


Entonces quedamos solos

viejos, resecos

arrollados sobre una cama

esperando la muerte

en cualquier instante

como un alivio

como una primavera

como una suerte de río

que al fin llega al mar

y su agua dulce

se vuelve salada

y pasa a ser parte de

algo mucho más grande

de lo que jamás imagino.

Entonces quedamos ciegos

y todo a nuestro alrededor

son nubes de sonido

que vienen y van

que se entreveran

y parecen aclarar

como una noche de tormenta

que no termina más

como esa semilla

que no logra germinar

y se ablanda bajo de la tierra

se pudre

y al final

se vuelve tierra.


jueves, 23 de junio de 2011

Una vez




Una vez me enamore de la noche
y de las miserias humanas.
De la sobredosis y la catarsis
que me ofrecía el polvo de ángel.

Una vez aprendí que el amor
solo deja una profunda herida.
Que la mejor forma de vivir la vida
es morir con más ganas cada día.

Una vez fui tontamente feliz
y recien ahora me arrepiento.
Desacostumbrado a decir lo que siento
me he vuelto un animal.

Una vez al precipicio de la noche
le di el gusto de verme saltar.
Y vi que en el infierno no hay nada
que no haya visto aquí...



lunes, 20 de junio de 2011

Balada para mi muerte.



Pueden durar solo unos segundos

estas palabras en tu mente.

Puede que derepente nadie conozca

esta balada para mi muerte.



Hecha para que bailen las musas

y las excusas que nunca di.

Para las rosas que nadie puso

en esta fosa para mi.



Soy un ave nocturna y ciega

que despliega sus alas y rezos.

Un abstracto sabor a juventud

aun ronda mis labios febriles.



Puede durar solo unos segundos

esta balada para mi muerte.

Sin que siquiera recuerdes mi nombre

escrito al final de estas líneas.



Hechas para que bailen las noches

y los reproches de los jazmines.

Y las tristezas hermosas que sufrí

una vez, otra vez, nunca mas...

sábado, 18 de junio de 2011

Hazte mía...



Rompe corazones por las veredas

de un sol que nunca vi

transita los oscuros corredores

de las calles en que crecí


me devora sin ganas

y por la noche se parece a mi

juega siempre a alejarse

pero se queda aquí


no sabe de cosas tan simples

y efímeras como el amor

solo quiere por un rato un techo

y luego un sol que le de calor


y no tiene un sueño

porque no sabe soñar

y no tiene dueño

ama la libertad


y se esconde de mi cada día

pero apago la luz y responde

le pido por favor hazte mía

y contesta ten cuidado no te enamores...

viernes, 17 de junio de 2011

Todas se parecen.


En la oscuridad todas se parecen a aquella

que olvido y que recuerdo para luego volver a olvidar.

Sin embargo cada labio tiene una suavidad diferente

cada pezón tiene su propio Norte imaginario al que apunta.


Solo lleno espacios vacíos con pequeños flashes de caricias

con pequeñas cicatrices con las que he dormido

y a pesar de haberles sobrevivido sigo pensando

que todas las heridas de amor al final matan.


Asi como matan las indiferencias en la madrugada

los soles que desconocen la hora del alba

las chicas que van por la calle sin mirar a nadie

y de golpe lanzan una mirada, hieren y desaparecen.


sábado, 11 de junio de 2011

Santo de cabecera.


Pudo parecerse al paraíso pero le enseñaron
el modo de encontrar lo contrario.
Cuando crezca quiere romperte el corazón
y triturarte los huesos de un modo amable.
Es que siendo niña carga una gran mochila
llena de libros que alguien le leyó una vez
antes de examinar su dentadura.
Ella dijo que soy su santo de cabecera
y que un día quiere poner clavos en mis ojos
y atarme con cortantes hilos de metal a su rosal
con forma de relicario.
Sabe que un día atrapara mis suspiros
entre sus delicadas piernas de porcelana
y que se trabaran sus rodillas para no dejarme ir.
Tomo sus pequeñitas manos entre las mías
y siento el dolor que me causaran
partiéndome los tobillos y los codos.
Pero ese infierno apenas le parece un juego tonto
que solo podrá jugar conmigo, lo desea
arrancarme uno a uno los dientes
para luego cocerme una sonrisa.
Ella insiste en que soy su santo de cabecera
yo solo puse una pesada mochila en sus hombros
y ese peso le corta la carne pero lo comprende bien
allí lleva guardados los clavos que deberá usar
y los hilos de metal y algunas flores de plástico.
Ella me ama
quizás me ame
tanto como para ser su santo de cabecera.
Yo la amo
quizás la amo
tanto como para ser su santo de cabecera.
Solo espera crecer.


domingo, 5 de junio de 2011



El otoño me recuerda a aquel cristal

que rompiste.

Y yo era un niño que no sabia jugar

al escondite.

Quizás desde aquí o mas allá pueda enseñarte

que no vi jamás otra verdad

mas de la que me diste

y que al fin crecí hasta encontrar

el camino

por el cual te fuiste

dude un instante ese día

pero entendí

yo no nací para cerrar ese circulo

en el que me pusiste.

Me escapo

  Algunas noches me escapo por la ventana abierta del desdén  a veces me marcho sin pensar y otras tantas me encapricho tratando de equilibr...