lunes, 28 de agosto de 2023

 



Si pudiera regalarte el tiempo que me atormenta.

Si te pudiera llevar al borde del abismo que me consume

y lograras ver el vasto horizonte arder en plegarias y suspiros.

Si supieras cuánto vale una mirada o el desdén de tu silencio.

Si le pudiera dar a tu alma cansada un pedazo de mi vieja alma

y tus manos lograran tocar las palabras que no puedo explicar,

tan solo nos quedaría despertar; tan solo quedaría el amanecer.

Sin embargo, cuando las luces se apaguen estaré observando tus sueños.

Entraré sin avisar sin siquiera ser visto, sin haber sido invitado

y pondré sobre ti las cadenas que me atan a la vida

y te daré el regalo más grande que te puedo dar:

Despertar sabiendo que nada es verdad cuando despiertas.

Tan imbécil yo.

  Hay quienes dicen que en la noche se esconden cosas tenebrosas como latidos, amantes sombras de los que supimos ser despojos de los que so...